Adaptación legal en el proceso de recuperación económica
Entendemos que ante una situación de crisis e incertidumbre el primer instinto nos llame a buscar protección, en este caso mirar al Estado exigiendo que nos provea del apoyo y la seguridad para sobreponernos en todas las áreas de nuestra vida que se han visto afectadas por esta situación de pandemia, y ello es lógico y en efecto tanto los Gobiernos como las diferentes instituciones y organizaciones multinacionales están desarrollando planes de recuperación económica desde una perspectiva macro.
No obstante, nuestro planteamiento busca incentivarnos a las acciones individuales de recuperación que por supuesto replicarán en el cambio y beneficio colectivo, requiriendo del Estado únicamente el procurarnos la seguridad jurídica indispensable para generar un ambiente de confianza y optimismo que nos permita activar nuestra economía a través del trabajo, promoviendo el intercambio solidario entre los diferentes actores de la economía, y buscando soluciones alternativas a una crisis que pese a su dimensión, quizásinconmensurable nos está regalando el tiempo de planificar estratégicamente como enfrentarla.
Nosotros en Quality Lawyers, primero desde nuestra posición de abogados al servicio de empresarios, emprendedores y profesionales del mundo y, segundo como emprendedores en el área legal estamos convencidos de que tenemos que adoptar una postura ofensiva ante la crisis y liderar estratégicamente nuestros negocios y proyectos en la búsqueda de soluciones que estén orientadas a descubrir nuevas oportunidades de generación de ingresos.
En este primer boletín de una serie que pretendemos ir desarrollando en los próximos días, planteamos la revisión de nuestros modelos de negocios para promover su digitalización teniendo en todo caso que llamar vuestra atención a los aspectos legales que se encuentran atados a este proceso de cambio.
Digitalización de nuestro modelo de negocio:
Aunque resulte anacrónico hablar de transformación digital tan entrados en el siglo XXI, la situación nos ha confrontado con el hecho de que no hemos integrado la tecnología en todas las áreas de nuestras empresas y que esa resistencia, que en muchos sectores ha sido sostenido con argumentos muy convincentes hoy han quedado desmontados. La transformación digital es algo a lo que no somos ajenos y tenemos que buscar adaptarnos ya que sin duda propende a la competencia en un mejor entorno económico, ahora bien, es importante que todos estos cambios se realicen de forma ordenada y teniendo en cuenta las implicaciones legales que en cada caso poseen.
Les planteamos a modo enunciativo algunas de estas implicaciones:
Desde la perspectiva mercantil y de protección de datos
Se requiere la adaptación a la normativa aplicable, en este caso en todo lo que se refiere al área de privacidad y protección de datos, considerando que los datos son fuente de ingresos y de generación de valor para las empresas con lo cual es de vital importancia revisar las medidas de seguridad en los tratamientos de datos, revisar el cumplimiento de la normativa Europea en la materia y confirmar la inclusión y adecuación de la cláusula en todos los contratos que regulan la operación del negocio.
Desde la perspectiva fiscal
Debemos tener en cuenta que las empresas que funcionan en la economía digital realizan operaciones en diferentes jurisdicciones, planteando el reto de establecer donde ocurre el hecho imponible y en consecuencia donde y como se grava la operación, por este motivo, es fundamental que el proceso de digitalización venga acompañado del correspondiente estudio fiscal, que permita realizar una planificación acorde.
Desde la perspectiva laboral
Este es quizás uno de los aspectos con los que más nos hayamos confrontado en estos días de confinamiento, pues, la gran mayoría de nosotros hemos experimentado nuevas maneras de trabajar, nuevas maneras de relacionarnos con nuestro entorno de trabajo, formas alternativas de contratación y esquemas de trabajo que podríamos considerar híbridos pues oscilan entre el trabajo por cuenta ajena y el trabajo por cuenta propia, circunstancias que sin duda retan el control legal. Hablamos entonces de que es necesario revisar y adaptar nuestras políticas de empresa a cuestiones como: i) prestación virtual de servicios; ii) implementación de firmas electrónicas; iii) prevención de riesgos laborales del teletrabajo, solo por mencionar algunos.
Estos puntos son apenas referencias de los cambios que pronosticamos permanecerán en el mundo después de la pandemia, y que deben formar parte de nuestro marco de planificación y posterior acción, pues la improvisación nos conducirá indudablemente a generar novedosos problemas legales y en este momento tenemos que tener foco en la recuperación.